Emprender con un buen colchón financiero

Durante mi experiencia profesional en España, Francia y Estados Unidos, he conocido a dos tipos de emprendedores: los que repiten y los que no.

LOS QUE REPITEN

Algunos tienen éxito la primera vez que se lanzan. Pero son la minoría. La mayoría acierta la segunda, la tercera o la quinta. Como mi amigo Josh Schanker, fundador de Bookbub, la mayor tienda mundial de ebook gratuitos, que montó tres empresas antes de encontrar una que tuviera tirón de verdad.

Todos ellos tienen una cosa en común: antes de lanzarse, construyeron una buena red de seguridad, un buen colchón financiero.

Esta red de seguridad es fundamental, porque lo más normal cuando montas una empresa es que no funcione el primer modelo de negocio que creas. Tener un buen colchón te da tiempo para aprender, experimentar y encontrar el buen camino.

Y en el caso de que la primera empresa no te funcione, te permite repetir pasado un tiempo.

Mi amiga Cristina, por ejemplo, estuvo ahorrando durante dos años antes de lanzarse. Cuando acumuló el capital que se había marcado, dejó su puesto de directiva en una empresa industrial y puso en marcha un proyecto que la apasionaba desde que era pequeña, un hotel boutique. Un año después los resultados no la acompañaron, y decidió volver a la industria. En dos meses tenía un trabajo de directiva con un sueldo superior al que tenía antes.

En ese año había cumplido su sueño de montar una empresa, había creado una red de contactos nueva y encima había mejorado su situación profesional. Así que dentro de un tiempo, cuando encuentre otro proyecto que la apasione, repetirá.

Además de darte la oportunidad de refinar el modelo y repetir, tener un buen colchón financiero te da una gran tranquilidad como emprendedor. Te permite enfocarte en la parte más difícil de montar un negocio, encontrar clientes, en vez de sufrir por no llegar a fin de mes.

Por último, otra de las grandes ventajas de emprender teniendo un buen colchón financiero es que te facilita mucho la búsqueda de financiación, en caso de necesitarla. Los bancos son famosos por “ofrecerte un paraguas cuando no lo necesitas y quitártelo cuando empieza a llover”. Cuando empiezas tu negocio con un capital propio y una buena situación financiera es muy fácil que los bancos o los inversores privados quieran dejarte dinero o invertir en tu negocio. Además te coloca en una posición muy buena para negociar condiciones.

LOS QUE NO REPITEN

Conozco otro tipo de emprendedores que no repite. Son personas que se meten en enormes deudas con bancos o inversores antes de empezar. Algunos tienen éxito, pero la mayoría no. Y pasan el resto de su vida pagando este fracaso.

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Mi amiga Esther, por ejemplo, contrajo un crédito muy importante (ella y su madre) para poder montar un negocio de cuidado de personas mayores. El negocio no fue bien y cuando empezó a faltar en sus pagos con los bancos, la situación se tornó en dramática. Su madre perdió su segunda residencia. Esther perdió su casa y tiene una deuda con los bancos para los próximos 27 años. Ha sufrido varias crisis de ansiedad y ha jurado que nunca repetirá como emprendedora. Es una pena porque es una persona de enorme talento.

EL PASO CLAVE ANTES DE EMPRENDER

Si quieres asegurarte que tu experiencia emprendedora sea un éxito hay un paso clave que debes realizar antes de lanzarte: construir un buen colchón financiero.

Si no sabes cómo empezar, este ebook te ayudará a saber cómo tener más libertad financiera. Y si de verdad te planteas montar un negocio, no te puedes perder este programa gratuito.

Una vez montes tu negocio, te aconsejo leer este post resumen de la metodología lean startup.

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