Cocina el doble que necesitas y congela la mitad. Así, cuando no tengas tiempo, en vez de llamar por una pizza puedes calentar algo del congelador.
Descubre la sopa casera. Es barata de hacer, sabrosa, te llena y es económica.
De vez en cuando – cocina desde cero. Es mas barato que utilizar comida preparada (yo suelo hacer una salsa de tomate el domingo que nos dura toda la semana.).
Cubre las ollas mientras cocinas. Consumirás menos energía.
Utiliza tu imaginación y reinventa las sobras convertiéndolas en nuevos platos.
Haz pequeños agujeros en bolsas ziploc y guarda tu verdura en ellas – extenderá su vida.
Utiliza leche en polvo en tus alimentos horneados – hay poca diferencia en sabor y mucha diferencia en dinero gastado.
Revisa tus recetas. Si en una receta se necesita medio kilo de ternera y solamente tienes 250g, podrías preparar la receta con lo que tienes en vez de volver a la tienda para comprar más. Con muchas recetas es fácil simplemente sustituír y eliminar ciertos ingredientes.
Empieza con horticultura. Si tienes el terreno es más que posible cultivar un poco de tu propia comida.
Come más vegetariano. La carne muchas veces es el ingrediente más caro de un plato. Descubre lentejas y garbanzos que sustituyen maravillosamente la carne como proteína.