La Ley del 33%, una buena idea para vivir con tranquilidad

Guillermo Moreno Cuevas

Me hace mucha gracia el chiste que un amigo me contó a principios de este año, decía que este año era el del consumismo, me dijo que iba a estar la gente con su mismo coche, con su mismo traje, con su mismo trabajo etc. Pues no andaba muy desencaminado el chiste, la verdad, es que en esta última recta final de año si miramos atrás nos daremos cuenta de cómo hemos vivido estos últimos tiempos y cómo en mayor o menor medida, somos culpables de la situación actual.

La crisis inmobiliaria y crediticia tiene la culpa, yo no digo que no pero también son culpables todas las familias que vivían por encima de sus posibilidades. Pero se comportaban así, por que no aplicaban la Ley del 33%.

Esta ley de razonamiento básico nos dice lo siguiente:

*Por ejemplo, si nuestros ingresos familiares son de 2000€.

Solo podríamos destinar 660€ al mes a la vivienda.

660€ directamente al ahorro (por lo que pueda pasar en un futuro).

660€ al consumo (comida, ropa, transporte etc).

Muy pocas familias encajaban en este modelo económico lógico y solían destinar más del 60% de sus ingresos a la compra de su vivienda, el ahorro y el dinero destinado a vivir eran lo mismo. Total, si mi casa se revaloriza a estos ritmos, es mi patrimonio, mi plan de pensiones y mi mejor inversión.

Es complicado hacer entender esto a alguien de la generación del boom inmobiliario. Generaban más rendimiento económico sobre la inversión inmobiliaria que por los rendimientos del trabajo. Está generación que ahora tiene entre 40 y 55 años y pertenecen a la clase media española, vivió el apogeo de los buenos tiempos y solía responder al siguiente modelo económico;

A mediados de los 90 casados, con hijos y con cierta estabilidad laboral, compraban su 1ª casa en 30.000.000 de las antiguas pesetas (180.000€). Para ello invertían sus ahorros y contrataban una hipoteca de hasta el 90% del valor total de la casa. Pese a que los tipos de interés eran muy altos, podían asumir la deuda contraída a 20/25 años con tranquilidad. Ocho o diez años después, por el incremento del precio derivado de la salvaje especulación, pasó a valer en algunos casos, hasta 3 veces más. Sin embargo, los ingresos mensuales familiares eran los mismos o sólo habían variado el IPC anual, pero las familias se sentían con mayor poder adquisitivo más ricas.

Total si mi casa cuesta más de 500.000 €:

¿Por qué voy a conformarme con este coche de dos millones de pesetas?

¿Por qué voy a conformarme con el veraneo de siempre en San Juan, Benidorm, Gandía o Laredo en la casa de los abuelos?

Entonces sí, nos creímos alemanes, creció la demanda del BMW 530, el A6 o el súper todoterreno (fundamental para ir a buscar a los niños al cole o hacer la compra semanal).

Entonces sí, lancémonos al mundo del lujo y el desenfreno, comprémonos un apartamento en Marbella (o periferia), Almerimar Golf, Santi Petri, Costa Ballena, Puerto Sherry,  y así un sin fin de barbaridades urbanísticas que destrozaron el litoral a golpe de ladrillazos y endeudaron aún más a nuestras familias durante la segunda mitad de la década de los 90 y principios de los 2000.

Y esto solo son algunos ejemplos de locura consumista que nos han llevado a la situación actual.

En los últimos años y debido a la coyuntura económica que nos está tocando padecer, todo esto se acabó. A similares niveles socioeconómicos las familias están abocadas a adaptarse a esta nueva situación de consumo. Mi opinión, es que pese a las dramáticas y no desestimables consecuencias que para algunos sectores de la sociedad está teniendo la crisis, podemos sacar cosas positivas.Las familias Españolas deben aterrizar en el mundo real. Pasar del consumismo desacerbado que lleva a un peligroso endeudamiento, a un consumo más racional y adaptado al verdadero poder adquisitivo de cada familia.

Seguro que aprenderemos de nuestros errores y cuando vuelvan las vacas gordas, no tropezaremos de nuevo en la misma pierda o si, sólo el tiempo nos dará la solución.

Guillermo Moreno Cuevas

Analista de tendencias de mercado

Image: FreeDigitalPhotos.net

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